Hay que preparar un almuerzo antes que sea mediodia
Pero sin ganas de cocinar? Imposible.
Mejor pido algo a la rotiseria.
Llamé y me dicen que no tienen ravioles,que nunca hicieron.
Mejor me como un sanwich y listo
Silvia
El cuadro por mas que quería, permanecía impávido ante el pintor que con solo una mueca se podía advertir lo que pensaba.
Mónica
Solo era yo, y anduve recorriendo uno a uno los anaqueles de aquel bazar. En donde quiera que posara mis ojos los cristales descomponían la luz en colores imposibles. No solo era la luz sino el polvo que se empeñaba en torcerla. Las partículas , que en otros tiempos fueron piedras, crustáceos, piel ahora flotaban ingrávidas, presas de las corrientes de aire.
Una cortina de terciopelo frenó mi distraído andar. Algunas décimas de segundo antes del encuentro, las vibrinas del tacto la advirtieron, pero de todas formas el encuentro fue inevitable. El grueso paño sobresaltó mi rostro. Instintivamente me hice para atrás y con mis hombros empujé un estante donde se mostraban prolijamente tres jarras de cristal de Murano, anaranjadas por la luz de la tarde. Una de ellas, por el impacto, vibró sobre su base curva. El movimiento, hubiese jurado, parecía imposible. Llegó al borde del anaquel y se precipitó sin que yo pudiera hacer nada. Un instante antes de que se estrellara en el suelo embaldosado se desvaneció dejando una voluta de polvo blanquecino. Entendí ahí que los objetos en este bazar tenían sus propias medidas de seguridad….
Angel
Me invitaron a la feria de comida, frutas y verduras. Fuimos con matico . Lo primero que hicimos fue abrigarnos . Le puse un gorro y sus orejas en punta asomaban dando forma de montañitas en su cabeza . Me puse mis abrigos y salimos pero al llegar nos perdimos y tardamos diez años en regresar a casa. Los bigotes de matico no superion orientarse y mis torpes pies daban pasos largos y casi muertos . Estábamos cansados.
Grecia
Era una especie de casino, dice Fellini. El viento era del Oeste y no se daban cuenta que la policia rondaba , husmeando lo que no les incumbía.
Mónica
Versión 1: Cantar a la realidad de lo humano sabiendo
que no somos perfectos y así poder amar el Ser Real que somos.
Nos deslumbra lo sublime y lo perfecto pero lo burdo o negativo
nos constituyen, y en vez de tratar de destruírlos o taparlos bien
sería amarlos como partes de nosotros mismos.-
Versión 2:amar la chispa…lo distinto, lo nuevo
ponderar esa locura desparramada que con su ilógica
nos envuelve en lugares nuevos y sugerentes!
Vivirlos hasta el fondo de la condura que nos quiere aplastar
la candente vibración.-
Ana
Yo no me fui a la mierda. Fui mucho más allá. Porque la ocasión es el trecho más duradero entre los sitios. Me alejé de Saint Louis. Deslice por vez terminal los pasos en las escalinatas de prisa y continúe desde entonces las huellas del creador.
Pame
Miro el celular. Él no mira, solo le hago cosquillas con los dedos. Solo los dedos se asombran.
Mónica
-Hay un mundo en el que las cosas podrían ser más allá de lo preconcebido, de lo conocido. Un mundo de sueños reales. Un mundo de realidades con deseos y sueños, creíbles o increíblrs. Entreguëmonos a esa posibilidad- dijo la hija de las estrellas.
-Si este pequeño símbolo en mi mano simplemente se desvanece hacia el suelo lo sabremos-.
Y con sencillos gestos, como ella misma, lo exhaló hasta la primera mano dispuesta, afirmando: -Lo he lanzado y no ha tocado la tierra.-
Así, de mano en mano, de boca en boca, de día en día, la poesía encontró la forma de un nuevo camino.
Seles
Rayos de un sol que despierta mañanas.
Mañanas abiertas para expandir bien creatividad y dedos.
Dedos que se deleitan rozando binarias y múltiples teclas.
Teclas con sonidos que resuenan sensualmente al alma.
Alma que se despliega ante el sol de la mañana.
Seles
Yo no me fui a la mierda porque no sabía muy bien cómo hacerlo. A los 13 años, en el implacable verano del ‘ 62 los recursos para irse a la mierda eran escasos, claro. Pero fui mucho más allá…No mucho, es cierto, pero por algo se empieza, Jhonny.
Porque a veces la ocasión, la oportunidad, es el trecho más duradero entre dos sitios. Me alejé de Saint Louis en pleno Mardi Grass mientras que mi madre y mi hermana se afanaban en la confección de los collares que venderían esa noche en el pequeño puesto en la entrada del pueblo. Mi perro Atom se quedaría con ellas. No fue fácil la decisión pero tampoco podía hacerme cargo de él. Atom ya estaba viejo y veía con desgano los carteros en bicicletas, añorando las carreras y los sustos que se daban los trabajadores cuando salía a por ellos. No. Atom debía quedarse esos últimos años disfrutando de una vejez digna. Deslicé por vez terminal los pasos enérgicos en las escalinatas, de prisa, y continué desde entonces las huellas del creador de las enciclopedias de bolsillo, que tan bien se vendían en aquella época. La administración Johnson había modificado gran parte del plan de estudios de Missuri y estas enciclopedias de bolsillo se vendían como pan caliente.
El caso es que no me lo pensé demasiado. Estaba dispuesto a triunfar caminando todos los Estados siendo vendedor de enciclopedias y un buen día volver a casa en un flamante Buick negro. No tuve en cuenta (como tenerla, con 13 años ) que la amenaza se extendía silenciosa y que iba a tardar bastante tiempo antes de volver a ver las magnolias de la entrada y el pórtico con la pintura desconchada de la casa de mi madre.
Angel
Despedirse, despedirse sí, Despedirse de los sitios.
Despedirse no. Despedirse No es una tarea. No es una tarea fácil.
Despedirse es desvestirse.
Despedirse Es dejar el ropaje de quien una fue con aquellos que ya no son.
Es volver la mirada hacia adelante con la sombra de las huellas que dejó un tiempo que no volverá.
Despedirse es renacer.
Es un renacer continuo continuo,
porque los sitios guardan la memoria de lo que una fue y no volverá a ser jamás
Pame
Aquí, otras lecturas en voz alta:
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