jueves, 20 de septiembre de 2018

No soy atrapasueñista

soy de piscis y eso
me atrapa; también
me gusta dormir, pero
no mucho, soy vago
perezozo, pero
para todo lo que
tiene que ver con
pasarla bien soy
o tengo las veces de
ser disciplinado, lo digo
porque algo que se disfruta
o te hace ser feliz no
tiene la esencia del trabajo
en definitiva del esfuerzo.

Enrique Schultz


En el jardín un gato


maúlla hasta cansar la
garganta, está poco acompañado
si entiendo lo que es ese
estado para un animalito
está negro como la
noche;  porque es de color
negro y es flor de gato.

Enrique Schultz

Cuando venga mi hija


cocinaré panes con semillas
de girasol,amapolas,chía
quizás elija lino
amable redondez sobre la mesa
girando
por juego
por gozo
tendré deseos de rezar.
El agua,invisible entre mis manos
Alerta
la temperatura del horno.
El aroma del trigo humedecido
hundirá mis pies en el pasto nuevo
cuando venga mi hija
el pan
será como verano.

Dora Stessens

En esta habitación hay...



... un agujero en el ladrillo,
junto a la puerta
ahí guardo cosas especiales por poco tiempo.

El año pasado puse un dije plástico
con forma de corazón de color rosado,
que me regaló Steve,
cuando volví a la casa en Marzo, no estaba, 
tal vez a alguien le gustó y se lo llevó.

Al ver vacío el agujero puse una tapa de cerveza de Vermont
que bebí para navidad
y como alguien a quien quiero mucho vivió ahí
decidí guardarla para dársela
por si venía a visitarme
algún día.

La otra tarde barriendo el porche
algo cayó rodando hacia el jardín,
era la chapita
entonces pensé
no lo espero más,
mi regalo no se quiere ir con él.

Así que dejé el agujerito vacío otra vez.


Viviana Mestre

Hogar


Y si esa ventana fuera de verdad ¿pensaría que es bonita?
¿o eligiría revolcarme en el piso?
no hay puertas, 
caracoles que se arrastran 
por el suelo
las paredes.
No hay plantas.
Ayer descubrí
un pasadizo oculto
un caracol desapareció.

Dora Stessens

Lo de Lucía


En la esquina 
hacia arriba
sobre los árboles inmensos, estrellas
pinos como dedos rascan la barriga de la vía láctea y más...

A la izquierda, yendo al sur
la luna viene desde la estepa
escondida tras nubes naranjas y grises
se sospecha llena, mucho.

Desde el oeste, a la derecha 
turista con mochila
en el oscuro las miradas no se ven,
la gentileza dice un hola mutuo.

Al frente vecino gaucho de boina,
rumbo al almacén.

En el medio del camino
lame mi mano la Gorda
y volvemos a casa.


Viviana Mestre

Crónica


El plumón alemán, grande, preparado para 30 grados bajo cero, está en un rincón de mi habitación. Ya viejo, deteriorado, espera ser restaurado.
Llego a mi casa hace mucho tiempo. Yo había salido a caballo a la cordillera del lado chileno a comprar plumas. Los campesinos me hablaron de los alemanes. Me dijeron que se iban y vendían todo y que allí conseguiría un plumón ya hecho.
Fui a verlos. Vivían en una cabaña muy rústica en medio del bosque y cerca de un cerro. Eran todos rubios, flores exóticas entre pieles morenas. Él delgado, espigado, ella con faldas y una gran trenza, los dos niños casi iguales.
Llegaron con la quimera de enseñar agricultura a los campesinos. Trajeron muchas cosas, hasta una máquina de coser, trasladando todo costosamente a través de los campos.
La cordillera fue cruel con ellos. Decían que la mujer se fue alcoholizando, que tenia romances con los paisanos. No sé que más pasó, pero su sueño se hizo trizas. Decidieron irse.
Me invitaron a quedarme esa noche. Me acosté en un colchón en el piso cerca de ellos. Tarde ya escuché la voz del hombre desde la oscuridad, llamándome insistentemente en susurro. Permanecí en silencio, tensa, esperando que cediera el apremio. Luego todo quietud.
A la mañana les compré el plumón. Lo subimos atado a las ancas del caballo y regrese lentamente.
Aun guardo en mi memoria esa imagen, casi fantástica, bella y trágica a la vez.


Ester Morón

Día, horario y lugar del Taller de Narrativas




Te esperamos los martes de 11 a 12,30 en la Universidad: UNRN
Av. San Martín 2650. El Bolsón. 
Río Negro, Argentina